miércoles, 24 de junio de 2009

El trabajo de no trabajar



Hace mucho que sostengo que cuando te enfermás es más trabajo faltar a trabajar que ir enfermo.
Por una vez añoro la época escolar, donde te enfermabas, no ibas y nada más, a lo sumo tu hermana tendría que traerte la tarea.
Hoy más que nunca confirmo mi teoría.
Primero y principal: lo más lindo que tiene no ir a trabajar es quedarte en la cama durmiendo.
En este caso no aplica. O sea, me podía quedar o en la cama o durmiendo; porque es muy complicado respirar acostado y eso hace que no te duermas con lo cual las opciones eran acostada sin dormir o dormir pero sentada y es sumamente incómodo.
Segundo: veamos cómo sería la progresión del día en un caso y en otro:
A.- Vas a trabajar: como comentaba en el punto anterior, no hacés ningún esfuerzo supremo por levantarte porque estuviste despierta toda la noche. Llegás una hora tarde, con los ojos rojos, la voz ronca y entre que te ven como un virus gigante caminando y un poco de lástima que inspirás, a la hora y media ya te mandaron a tu casa; con la orden taxativa de no reintegrarte al trabajo en una semana mínimo, o hasta que te cures del todo.
B.- No vas a trabajar: Empezás a las 7AM con llamados telefónicos. Por supuesto a esa hora, aunque teóricamente todos te dicen que hace rato que están levantados, la mitad no atiende porque todavía está en brazos de Morfeo, y el que se levantó se está bañando o le está dando el desayuno al gato, o salió despeinado a buscar el diario. Conclusión que hasta una hora después nadie te atiende.
Por supuesto a las tres personas a las que burocráticamente hay que llamar, no sirven de nada para arreglar las cuestiones propias del trabajo que te quedan pendientes. Lástima que el resto no es mucho más competente y no entiende que la planilla que está en el sobre negro dentro de la carpeta azul NO es igual a dentro de la carpeta azul.
Igual mucho más difícil es convencer a alguien que hoy en día para obtener un certificado médico o te matan si llamás por una pavada o te internan porque por un estornudo ya tenés este invento que dieron por denominar Influenza A H1N1; y que para mi conveniencia ninguna de estas opciones era viable.
Todo esto que parece tan simple y que tardo tres párrafos en contarlo me demandó 53 sms (26 recibidos y 27 enviados, obviamente si no la gano la empato), 18 llamadas telefónicas en el lapso de 8 horas 43 minutos; lo que es terriblemente parecido a una jornada laboral habitual.
En realidad me falta redactar un par de mails explicando que seguramente voy a terminar lo que pueda desde casa (total nadie me ve, y eso es muy bueno por otro lado porque estoy impresentable) y por otro lado para avisar que no van a ver el pelo (ni las manos, ni los pies, ni nada) mañana tampoco, básicamente porque algún beneficio tengo que extraer de tanto laburo que me tomé hoy. Realmente estoy aplicada en esto de trabajar para no trabajar, así que no es de fiaca que no lo envié todavía, sino que es un poco temprano aún para avisar que me sigo sintiendo mal y que mañana tampoco voy a ir. Y entre nos, creo que hasta el lunes tampoco voy.
Se vienen jornadas hasta las 20 o 22 PM y de alguna forma me lo tengo que cobrar, y si es por anticipado mucho mejor.
Tercero, esto no es trabajo pero da bronca porque la ley de Murphy no falla jamás. Todos los miércoles hay una reunión de la que salgo electrizada, y en general la energía negativa me dura toda la semana. Por supuesto, hoy no hubo.
Yo sé que debe quedar mucho mejor que parezca que tengo alma de Sarmientita y por eso casi nunca falto al trabajo, pero la realidad concuerda más bien con que no trabajar es un trabajo en sí (y eso que no lavé un plato).
Y concluyo aquí porque sino no puedo terminar de meditar tranquila si es mejor que me vaya a acostar despierta o me quede dormida acá sentada.

viernes, 19 de junio de 2009

Cumpleblog


Le iba a poner inevitable III, no tanto en este caso porque al blog le moleste cumplir años, sino porque por algún motivo no puedo dejar de recordar fechas tan intrascendentes y reflexionar sobre eso. ¡Con lo que cuesta pensar últimamente!

¿Qué aprendí en este año de blog? Por ejemplo a que soy buena tolerando la frustración. Hace un año que sé que tengo que arreglar el encabezado, porque cada vez que entro pienso que es lo primero que hay que hacer y en un año, todavía se ve que no tuve tiempo. Sé que es un aprendizaje muy tonto, pero en definitiva, por qué uno debería extraer un aprendizaje de todas y cada una de las cosas que emprende (aparte, ni que fueran tantas).

¿Se habrán cumplidos los objetivos que tenía al iniciar el blog? Por una vez me voy a dar el gusto de decir que SI, ampliamente. Digo, como en general llegado un momento así de balance nunca los cumplo esta vez voy a hacer como esas personas exitosas y en paz consigo mismas que logran sus metas. Aclaro que el blog nació sin tener ningún objetivo, así que no era tan dificil cumplirlos.

¿Para qué sirve un cumpleblog? Probablemente para no mucho, salvo que en tu cumpleaños, de vida digamos, no te haya gustado la torta, entonces es un muy buen motivo para enmendar esa situación. Si los motivos para festejar no se presentan sólos, en esos casos la inventiva nunca falla; lástima que ahora que lo pienso se me junta demasiado con el día del padre. Qué mal que vengo calculando últimamente, con la cantidad de fechas desiertas de festejos que hay...

Por ahora acá seguimos, ni duro ni parejo, con la misma estética "glacial", como la definió una amiga una vez... el blanco con el celeste bien podría haber dicho argentino, no? (aunque en realidad creo que tampoco es por eso) pero se ve que además del blanco los tonos de azul elegidos son helados. Y bueno, seguramente será un reflejo de algo (el hielo refleja bastante bien, ahora que lo pienso), y de última la calidez no es mi fuerte tampoco (por algo tendré ése tipo de amigas).

lunes, 15 de junio de 2009

Espejismo

Otra vez me puse buena¹, y voy a brindarle un servicio a la comunidad.²
En esta ocasión les presento una breve guía de compras para la semana previa al día del padre. No se hagan ilusiones porque no voy a iluminar en absoluto respecto de qué comprar (que me digan a mí primero) sino el cómo hacerlo:

1.- Empecemos por lo más básico: el día del padre es una excusa para que todas las mujeres podamos salir de compras, fuera de lo que es el supermercado o la farmacia por ejemplo, con más excusas. Lo más gracioso es que al menos en mi caso, nunca ningún hombre (léase padre o marido) me ha pedido que le explique en qué gasto.
Hagan la prueba en cualquier centro comercial, y van a ver que no sólo el 90% de las clientes son mujeres, lo que sería bastante normal en vísperas del día del padre, sino en sus compras que en el 90% de lo casos son productos muy difíciles de disfrazar para regalarle a alguien que porte documentación con el casillero "femenino" tachado... salvo que se empezaran a depilar en vez de afeitar por ejemplo, lo que no estaría nada mal, tendrían que hacerlo una vez por semana en vez de todos los días, ahorrandose cantidad de tiempo y de lastimaduras en la piel, si lograran contener las lágrimas, claro, pero mejor me dejo de dar este tipo de consejos, primero porque dije que iba a ser breve, cosa que de más está decir que no voy a cumplir, y segundo porque hacerle recomendaciones a los hombres excede el objetivo de esta entrada.

2.- Hay que tener en cuenta que siempre (siempre, siempre, siempre) al día siguiente de comprar algo va a salir una oferta mejor, un descuento mayor, un modelo más avanzado, en un color más agradable, una versión más liviana e infinitos etcéteras. Sé que este punto no es nada agradable, pero es bueno partir de premisas firmes para no auto-echarnos la culpa después de ser compradoras compulsivas . Porque esta premisa se complementa con una segunda parte que dice que si esperás demasiado tiempo para comprar algo cuando vas ya no lo conseguís.

3.- Leer la letra chica. Bastante obvio, pero por las dudas lo pongo así de grande. Si es una tienda por departamentos (léase Fa.......) que en el descuento se incluya electro, y aún en ése caso, que incluya informática.

4.- Si te hablan de un descuento del 35%, en el rubro indumentaria le podemos creer tranquilos. Básicamente porque después del día del padre te van a hacer ése descuento sin que tengas la tarjeta de la "sonrisa triste" como le digo yo, y como recién empezó a hacer frío hace una semana los comerciantes están más muertos de hambre que nosotros de frío sin sus abrigadas camperas de $1.000.
Para comprar un regalo que sirva para agasajar al jefe de la familia el próximo domingo no está nada mal, el tema, como venía diciendo, es que la mayoría de las compras no son para los padres, entonces aunque no aprovechemos el descuento, bien lo vamos a conseguir una semana más tarde sin tantos requisitos.

5.- Si nos vamos para el lado de electro, si te hablan de un descuento de un 20 % con tarjeta de débito, se les puede creer tranquilamente. No hace falta ir esta semana siquiera, en los super está ése descuento todo el año, claro hay que embocar el día con la tarjeta indicada, pero no es tan difícil. No se olviden de comprobar que les devuelven el 5% del IVA, cosa que yo jamás hice.

6.- Siguiendo con electro, si te hablan de un descuento del 20% con tarjetas de crédito + X cuotas sin interés, les podemos creer, pero no tan tranquilos. A ver, el 80% de la gente compra los modelos más básicos de cada producto. En estos casos, mágicamente, el primer día a los dos minutos se les acabó el stock (de un artículo cada uno, no se olviden de la letra chica) de los productos económicos o moderadamente económicos. Esta lógica no rige para teléfonos celulares, del mismo modo que las leyes de la física no aplican en Marte. Sigo, entonces en general lo que obtenés es un producto mejor que el que pensabas según tu presupuesto al mismo precio que el que pensabas pagar sin descuento. Pero lo que se dice pagar menos es muy raro que suceda. Basta recordar que estas promociones se arman precisamente para generar mayores ingresos. Entonces si ibas a comprar un producto que regularmente sale $500, vas contento porque en realidad vas a gastar $400; y no, en general vas a terminar comprando algo que sale $650 y que con el descuento te va a terminar saliendo $520. Pero uno se consuela porque "por la misma plata me dieron algo mejor", aunque vivamos solos y nos llevemos un lavarropas que tenga una capacidad de 15 kg o nos llevemos un aire acondicionado con tantas frigorías que más que acondiconar va a congelar el ambiente.

7.- En el caso que uno abra el diario un día y se encuentre con una mega publicidad de un 35% de descuento incluido electro, en realidad en este rubro las cosas funcionan así: siguiendo el ejemplo citado más arriba, si íbamos a comprar algo que regularmente vale $500, te suben el precio un 20%, por lo que termina saliendo $600. Sobre ése precio te hacen el 35% de descuento, lo que arroja un total de $390, con lo cual en realidad el verdadero descuento es de un 22%. ¿Mareados? ¿Confundidos? No se preocupen. Son efectos colaterales normales. Para decir la absoluta verdad, es lo que pretenden.

8.- Por todo lo dicho anteriormente espero que nadie se dé con la cabeza contra la pared por haber comprado algo con el descuento del 20% en vez de aprovechar el del 35%, porque no vale la pena. No sólo por el precio, sino porque el producto que uno compra en electro en general dura mucho menos que la propia cabeza. Salvo que uno se dedique a trabajos como éstos, claro.

9.- Como a pesar de todo lo expuesto anteriormente nadie se puede resistir a un descuento importante, o en el caso de las mujeres, es una excusa fantástica para comprar con sobrados motivos y sin cargo de conciencia, una vez evaluados todos las ventajas y desechadas o aceptadas estas jugarretas de comerciante sirio, queda atravesar el último escollo que es el siguiente: que en el banco emisor de la tarjeta no haya colapsado el sistema. Creo que es una nueva forma de decir "stock disponible para la promoción 35% de descuento = 100 transacciones" Recuerden: la letra chica!!!!

10.- Yo lo que recomendaría ampliamente si estuviera del otro lado del mostrador es que nunca, pero nunca se olviden de dejar bien clarito que "las promociones no son acumulables" porque con tanta promoción suelta que hay por ahí dando vueltas, si sumáramos los beneficios, en general cuando compramos una cosa nos tendrían que dar plata encima.

11.- El punto más elemental de todos, pero nunca bien atendido: el monto que uno se ahorra con el descuento siempre debe ser superior a lo que uno gasta en taxi o estacionamiento para llegar a ése lugar.

12.- Hay que tener en cuenta que todas éstas facturas no sirven para participar en el "IVA y Vuelta" porque a los señores AFIP poco les importa que en esta semana haya habido un 35% de descuento en varias marcas y que estés pagando todo en 12 cómodas cuotas sin interés. Para ellos todas las semanas del año gastás más o menos esa suma, con lo cual estás ganando una millonada anual que no estás declarando en ganancias.

Hay más pero ya no me quiero cansar porque por lo expuesto en el punto Nº9 debo reservar energías para seguir ejercitando mi firma, aclaración y número de documento mañana. Y toda la semana, ahora que lo pienso, porque no compré un sólo regalo para el día del padre todavía. Así que a pesar de todo, está de más decir que esto sigue siendo una oda al cosnumo. Igual no dejo de reconocer que a veces me gustaría ser un poco más como mi madre que sigue convencida que acaba de comprar la aspiradora "casi a mitad de precio". Que el de arriba le conserve la inocencia.


¹Me quedé pensando, en el "otra vez" de que me puse buena, pero si la memoria no me falla, creo que es la primera vez que lo hago.
²También me parece que es la primera vez que le hago un servicio a la comunidad. Pasa que en realidad de ésto último tampoco tengo obligación; si yo siempre me porto bien.

martes, 2 de junio de 2009

Inevitable II

Del Horoscopo de la revista de "La Nación" de este domingo:

 Géminis
22/5 al 21/6
"Esquivará un par de situaciones difíciles con un brillante juego de cintura"


(encima este año las cifras son idénticas como los gemelos del signo)

Yo no creo mucho en esto de los astros, pero a ver si hacen algo para que hoy, a esta hora exactamente (como diría mi vieja,"siempre a última hora vos"), pueda esquivar con mucha cintura (o poca, o la que sea) una situación que se viene repitiendo todos los 2 de junio desde hace 33 años y hasta ahora, lamentablemente no hay con qué darle.

Se ve que la edad de Cristo se viene con un optimismo fuera de serie.  Y lo peor es que dura todo el año.  La que me espera.