miércoles, 31 de diciembre de 2008

Inevitable

Hace casi dos meses publiqué una entrada haciendo balance y dando por cerrado el año. No hay demasiado que agregar, nada que amerite escribir de nuevo sobre lo mismo, pero parece que no me conociera ...

En líneas generales puedo agregar que 2009 me va a encontrar más o menos así:

- Con algunos kilos más que hace 52 semanas .

- Con una nueva propuesta en el trabajo de la que me acabo de enterar hoy, que yo calificaría de"premio consuelo" (me parece muy mala expresión porque estas cosas en general no consuelan a nadie) en un momento en el que cuatro veces por hora considero con cariño la idea de ser una pequeño burguesa mantenida.

- Con una licencia de conducir con 20 puntos, que hay que hacerlos durar todo el año. No debería preocuparme demasiado porque todo lo que puedo tener de torpe para caminar, por ejemplo, lo tengo de prudente para conducir, mal que les pese a algunos representantes del sexo opuesto. Si lo pienso en relación a este año que pasó creo que no me hubieran quitado ningún punto, o casi (tengo que ajustarme a la vida un poco más), pero ya sabemos como funciona el mundo, al menos para mí (cuando era chica, en mi colegio empezó a haber premio al presentismo un año en el que me falté algunas veces después de tres con asistencia perfecta).

- Con una nenita en lugar de la bebita del diciembre pasado, que para sorpresa de familiares, amigos y conocidos, está perfecta a pesar de la madre que le tocó

- Con blog bastante afianzado y gente nueva

- Con las relaciones personales un tanto más polarizadas, interesandome mucho más en quienes me importan realmente y tratando de no perder tiempo en quienes no.

- Con la misma cantidad de gente querida que el año pasado, y supongo que en definitiva eso es lo que importa, más después de las vueltas de éste año

- Con algunas rutinas que no hubiera ni sospechado hace un año atrás

- Con la misma edad que tenía F. cuando nos casamos. Ya sé que es un pensamiento completamente inutil, pero no puedo evitarlo y no-sé-por-qué, lo que lo vuelve aún más inútil e irritante


Siguiendo con las incoherencias, no puedo entender tampoco por qué le doy importancia a una cuestión que en realidad no la tiene, porque si estuvieramos viviendo en otra parte del mundo o en otra cultura no significaría nada, ya que en definitiva la tierra sigue girando alrededor del sol y cuando se terminen los brindis hay que levantarse a trabajar lo mismo, no es que se nos inaugura una nueva etapa como cuando nace un hijo, nos casamos, se muere alguien cercano, nos mudamos, empezamos un trabajo o carrera nueva. Pero trataré de ser optimista y sumarme a los festejos aunque sea para tener excusa de tomar buen demi-sec y comer almendras con chocolate.

Pero ya que estamos, que no nos queda otra y nos endilgan un año recién nacido sin consultarnos intentemos construirlo bien desde los cimientos


domingo, 28 de diciembre de 2008

Madres, hijas y otras yerbas




Después de recrearse la vista con esta imagen, muy apropiada para la época del año en la que nos encontramos, por cierto, pasemos de la utopía, de eso que nos quieren vender como la relación más maravillosa del planeta, a la más aguda realidad. Como cuando vemos un producto en la publicidad y al comprarlo nos damos cuenta que no era tan brillante como parecía.

Hay algo que no me termina de quedar claro, y supongo que nunca lo voy a saber con certeza, y es lo siguiente: cuáles atributos son universales en todas las madres y cuáles otros particulares de la nuestra propia.

Hoy en particular me estoy refiriendo a esa cualidad que tiene la mía, y no sé si es particular, general o universal, de comparar a sus vástagos veinticuatro horas al día, siete días a la semana, en todas las etapas vitales:

1) De la más temprana infancia no tengo recuerdos, como es natural, pero los comentarios han llegado igual, como si desde ésa tierna edad hubiéramos venido marcadas con un sello de segunda calidad o algo por el estilo.
Para esta etapa, abundan comentarios tales como:

"Mi cuñada me tenía loca con que cuando cumplían dos años ya no tenían que usar más pañales, y ustedes ni enteradas"
o
"Hicieron todo tarde, hasta para caminar tardaron como 18 meses",
aunque cuando está menos enojada la versión baja a 14 meses.

Y para el caso, mis primos, hijos de la cuñada en cuestión, tal vez no usaban pañales a los dos años, pero no durmieron de corrido hasta los seis más o menos. Pero hay que mirar el lado malo de las cosas nada más, sino no tiene gracia.


2) En la infancia, superados los logros psicomotrices, tan largamente esperados en apariencia, las comparaciones giraban más en torno al comportamiento:

"Las nenas de los A. a las ocho y media están durmiendo"
"A tu prima se le entiende todo cuando habla"
"Nunca vi a C. jugando con la comida"


Claro que lo que no decía es que las nenas de los A. tres meses después de comenzadas las clases seguían llorando todas las mañanas aferradas a su madre, que no podía dedicar la mañana a otros menesteres, la prima en cuestión con excelente dicción tenía cuatro años más, y para el caso todavía hoy tiene unos horrores de ortografía impresionantes y después de tanta insistencia con la comida, hoy estoy al borde del colapso nervioso a ese respecto y C. no engorda aunque se lo pidas.


3) Llegando a la edad escolar, como no podía ser de otro modo, se inauguraron las comparaciones en el plano académico. En realidad tanto mi hermana como yo siempre fuimos bastante tragas, así que se tuvo que esforzar bastante en esta nueva etapa. En lo que a mi respecta, uno de los problemas era la caligrafía.

"Vos viste la letra que tienen M. y A.? Por qué no te esforzás un poquito para tener el cuaderno tan lindo como lo tienen ellas?"


Otro tema era la de las actividades extracurriculares:
"Como no terminaste la tarea, cómo hace por ejemplo F. que hoy tiene natación"


sin dejar de mencionar generalidades tales como:
"Vos vas a tres actividades y estás cansada y J. va a cinco y todavía le pide a la madre ir a violín"

Claro, lo que mi madre nunca mencionó es que M. y A. con su maravillosa letra hacían mal la mitad de las cosas, por no mencionar las sandeces que escribían; por respeto hacia la mamá de F. no voy a reproducir todo lo que dijo sobre qué clase de madre era al mandar a la hija a una pileta de dónde, según su propio diagnóstico, F. se contagió la hepatitis (sin mencionar que el pediatra le había prohibido mandarme a natación en invierno) y J. no prosperó en ninguna de las once mil actividades extracurriculares que hizo (yo tampoco, pero no les hice gastar tanto dinero al menos)


4) En la adolescencia la temática viró hacia las tareas domésticas, la responsabilidad y el aspecto personal.
Supongo que el :
"tu cuarto es un chiquero" sí es universal.>
"tendrías que aprender de los chicos de R., está todo impecable y hasta tienen alfombra blanca!"
En el plano doméstico:
"Tu primo I. hace la ensalada él desde que tiene ocho años"

"B. ya hace las empanadas mejor que la madre"
Y en lo que a belleza se refiere, encabezaban el podio:

"Viste a D. cómo se cuida las uñas, no podés ser un poco igual?"

"S. parecía una muñequita como estaba maquillada, ya es hora que te maquillas, ninguna mujer es linda sin esforzarse un poco"

"Vieron a M.? Siempre está con la ropa impecable. La madre dice que hace años que no plancha, y empleada no tienen"

Claro que omitió decir que en la casa de R. había dos empleadas, y en todo caso, quién es feliz viviendo con una alfombra blanca? (saquemos lo de blanca, con alfombra alcanza para sumar problemas); mis primos, según tengo la posibilidad de observarlos hoy en día no son capaces de preparar sendas ensaladas ni empanadas (creo que siquiera saben hacerse un sandwich), y como tales habilidades no tienen demasiada ciencia, y son como manejar (cuando aprendés no te olvidás más) dudo mucho que alguna vez las hayan poseído. Respecto a D., S. y M. supongo que a mi madre no le hubiera gustado que además de las uñas impecables, el maquillaje y la ropa almidonada, fuera tan atorranta como ellas. Además con las uñas impolutas de D. es medio difícil pasar la aspiradora, lavar montañas de platos o hacer el repulgue de las empanadas, como los jóvenes en cuestión admirados más arriba. Y todo eso sin contar con lo que podía pasar si estábamos todo el santo día encerradas en el baño pintándonos las uñas o maquillándonos.


5) Ya en la adultez, la cosa viene más o menos así: hay que sumar todo lo anterior (salvo lo de dejar pañales) y agregarle el tema éxito monetario/profesional. Estoy muy, muy cansada de saber cuánto más ganan los demás, o que ganan igual pero son tan eficientes que trabajan la mitad del tiempo y no abandonan a sus familias, o trabajan más horas y de todas formas se las arreglan para ir a pilates y tener la casa más impecable que la mía.


6) No llegué a la etapa geriátrico todavía, o para que compare mi jubilación con la del hijo de su mejor amiga, o cuántos achaque más (o menos) tienen los hijos de las primas. Pero sí llegó a la etapa de compararme, a mí, como madre, con otras madres. Y llegando a esta instancia es momento de ponerle un punto final a la cuestión. El tema es averiguar cómo.
Y también, esta altura uno se pregunta cómo una persona capaz de pensar todas estas cosas es tan crédula para creer todo lo que les dicen los demás.
El tema es cómo hacerle entender a una madre que el hijo ideal no existe, que es un prototipo que se armó en su cabeza con lo mejor que tienen los hijos de los demás (o que los demás dicen que...), que no está mal, pero con eso también hay que aceptar lo malo que viene con ellos, y malo no se refiere a ser un drogadicto o ladrón, simplemente cosas que no están dentro de sus valores.



Ahora, para equilibrar un poco la balanza (tanto como se pueda) voy a dar dos muestras de mi absoluta objetividad e imparcialidad:

A.- Aunque no se lo dije en forma explicita, le agradezco infinitamente el entrecruce de palabras que tuvo con mi suegra hace como mes y medio atrás, con lo cual, estando yo viviendo con mi madre durante casi todo ése periodo,contribuyó a que yo tenga que aguantarla mucho menos (a mi suegra, se entiende).


B.- Como espero que mi madre, ni nadie que le pueda contar, encuentre este blog jamás, confieso (MC no leas!!!! o sí! no sé!) que cuando se pone muy rompe por teléfono alejo el tubo un rato hasta que a la distancia se nota que bajaron los decibeles, y cuando se pone muy rompe en mi presencia, y esto por suerte casi siempre es en la intimidad de su hogar, busco muy disimuladamente mi celular y llamo a casa (gracias al cielo que todavía no se les ocurrió poner caller ID). Para mi madre el timbre del teléfono es equivalente a la música para calmar fieras. No sólo que se calma bastante, sino que cuando llega al teléfono y misteriosamente "se cortó", ya que está ahí (como si fuera tan difícil llegar al teléfono) se acuerda que tenía que llamar a fulano(por suerte la mayoría de las veces tiene un llamado pendiente para hacer) y si los astros siguen alineados, fulano atiende, conversan muy cordialmente un promedio de una hora (jamás dura menos de media) y después ya pasó mucho tiempo para acordarse de por qué estaba gritando, o se le cortó la inspiración por el momento. (También reconzco que mi mamá es super agradable por teléfono)



Gran parte de todo esto se me pasó por la mente cuando nació MC y me dijeron "es nena".

En realidad no tengo hermanos varones, así que no sé si es un problema de género, pero lo que sí espero es que no sea genético.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Día del amigo por internet

En realidad no es que el reader ande mal. Estoy escribiendo esto hoy 25/12/08, o sea en navidad, poco antes que lleguen las visitas (nos vimos ayer, nos queremos pero no es para tanto!!!) Sí, bueno, voy a contramano del mundo, pero no creo que les esté deseando feliz navidad para el 25 de junio así que tan loca no estoy. El 20 me acordé, pero hasta que no se invente conexión wi-fi cerebro-blog tienen que venir también las ganas de escribir, y hasta hoy no aparece, así que sepan disculpar la falta de coherencia (aún más) que encuentran y van a encontrar.

Para que se entienda un poco más:

Hace tres diciembres, me encontraba con un embarazo de pocas semanas y sin mucha idea de todo lo que se trataban los temas en cuestión. Encontré un foro de mamás que me pareció piola y ahí conocí gente. De la buena, de la muy buena, y de la no tanto.

Como siempre pienso, tanto en las relaciones, como en el mundo en sí, hay cosas muy buenas y muy malas, pero en definitiva, si las cosas siguen adelante debe ser porque la resultante, después de todas las vueltas que quieran, tiene que ser positiva, sino se termina.

Un poco eso pasó en esa ocasión. Durante un año conocí gente copada, empecé a interesarme en ella y hasta les tomé cierto cariño a algunas. Como el mundo de por sí no es tan bello, también me enteré que había gente, seguramente muy conocida, que tenía una segunda personalidad, y como dicen que hay que buscarle el lado positivo aún a lo lamentable, agradezco que me hayan permitido anoticiarme de qué eran los trolls

Como decía más arriba, llega un punto que lo malo supera lo bueno, y la cosa se termina. Por supuesto que tal página y tal foro existen aún hoy en día, pero mi ciclo se cumplió hace dos diciembres.

Un 20/12, pero de 2006 inauguramos un espacio más privado. Y de a poco, me fui encontrando con gente a la que fui empezando a querer de verdad. A contar cosas que no se las he contado casi a nadie, y a la vez confiar lo suficiente en mi, y en los demás, para hacer lo mismo.

Varias de estas personas son las que figuran en los enlaces pocos centrímetros a la izquierda de esto que están leyendo.

No niego que hubo personas también que me defraudaron, mucho, muchísimo, algunas lastiman, otras no valen la pena, pero en definitiva, ahora a la distancia, todas terminan con la misma etiqueta: "lamentable". Y a otra cosa. Vuelta a lo que decía más arriba, si no hubiese valido la pena, no estaríamos cumpliendo dos años.

Y nada, eso, un pequeño homenaje.

Y lo escribo acá porque a lo largo de estos seis meses de blog también se fue sumando gente que aplica para recibir saludo y felicitación en este día pseudo inventado por mí.

Juro que anoche no tomé, así que no es que me puse melosa o incoherente por eso, sólo es lo más inteligible que me sale hoy.

jueves, 18 de diciembre de 2008

No sos vos... ni tampoco yo


Gente, esta vez uso el blog no para un delirio, sino para fines prácticos.

La mitad de la gente que lee este blog, o al menos que yo sepa, es contacto mío en el MSN. Y hoy mágicamente, se me borraron todos los contactos.


Por qué a mí la magia siempre me funciona para enquilombar las cosas en vez de para solucionarlas, no lo sé, pero dejo las teorías para otro post.
Así que tanto para los que estaban preocupados pensando que era personal y los había echado, como los que estaban felices porque hace tiempo querían borrarme y por fiaca, vergüenza, educación, etc, no me echaban a mí, no festejen tanto, que ya los volveré a agregar a todos.

Espero que el maldito MSN (como siempre, maldito cuando no funciona como debería) no me haga problemas esta vez.

Reconozco que la limpieza no siempre viene mal. Había algunos que tendría que haber borrado hace tiempo.

Y por cierto, si alguien quiere agregarme, o que yo lo agregue, o que nos agreguemos mutuamente (qué romántico!!!!) me avisa.

Están notificados.

Lease, archivese, fotocopiese y difundase. (pueden obviar la parte de la fotocopia)

sábado, 13 de diciembre de 2008

Santa... santa?


Y sí, aunque parezca increíble yo también tengo santo. De todos modos, así como en mi cumple suelen pasar cosas bizarras, en mi santo tampoco la paso genial. Pero, aunque estamos cerca de las fiestas, siempre ligo algo igual y eso no está tan mal.

Lo que nunca logré descifrar es si uno debería parecerse al Santo al que le debe el nombre, o heredar algunas de sus cualidades. Espero que no. Sino sería tremendo fracaso. Basta ver algunos ejemplos.

Mi tocaya (qué confianzuda yo) es la santa patrona de:

- La vista (soy tremendamente miope)

- Los pobres (ni yo me creo cuando me digo "pobrecita yo")

- Los niños enfermos (tengo muy poca paciencia cuidando enfermos, y si son niños, me preocupo hasta si se rasguñan)

- Las ciudades de Siracusa, Venecia y de Pedro del Monte (nunca estuve en la primera y la última ni siquiera sabía que existía)

- Los campesinos (me enteré hace poco que el pan no crece de los árboles)

- Los elecricistas (me da miedo hasta enchufar cualquier cosa cuando hace chispita)

- Los afiladores y cortadores (guarda!!!)

- Los escritores (creo que lo mejor que llegué a hacer al respecto es este blog, así que venimos mal)


Como sea, lo pienso celebrar comiendo medio kilo de cerezas. Nada de misas ni nada por el estilo. Igual una fiesta bárbara.


PD: Como siempre, gracias Wiki!

jueves, 11 de diciembre de 2008

En la disyuntiva



Pensando en las vacaciones tuve la siguiente revelación: hasta que no nos hagamos millonarios, deberemos elegir entre:

- Ir a lugares lindos alojándonos en hoteles modestos

o bien

- Ir a lugares menos lindos y alojarnos en buenos hoteles.


Todo un problema (sí, soy la misma que critica a la gente que está amargadísima porque se le manchó con esmalte la LV)

Por de pronto, creo que me atrae más la segunda opción. Quién necesita salir estando en un buen hotel? Si los museos y los shoppings son más o menos los mismos en todos lados...

sábado, 6 de diciembre de 2008

Mala combinación



Tengo que dejar de hacer esto. Y no me refiero a mezclar éxtasis con alcohol (al primero, honestamente, no sabría ni dónde conseguirlo, con el segundo úlitmamente no andamos en muy buenas relaciones, aunque lo extraño un poco)

Estoy hablando de alternar capítulos de Dr. House y Six Feet Under el mismo día.

Es que ambas series tienen una estructura parecida, sobre todo en las primeras escenas: presentan una situación desconocida, en general con personajes desconocidos. En cualquier caso siempre es divertido andar pensando a cuál de todos los personajes le va a pasar algo.

Lo que no es tan divertido es lo que me pasó hace un rato: pensé que estaba mirando Dr. House y que el protagonista del día iba a terminar en el Hospital Princeton-Plainsboro, no en la funeraria de los Fisher. Es como que me dio mucha pena.

Culpa mía por saltearme la presentación (HBO las hace muy lindas en sus series, pero demasiado largas) y no tener mucha idea de qué era lo que estaba mirando. Eso y la maldita migraña que me quedó, pero nadie me va a creer que es por eso.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

"El primer día del resto de nuestras vidas"



Se supone que tiene que ser una frase alentadora, pero a mí siempre me pareció muy deprimente.

La cito el día de hoy por lo siguiente: Resulta que hace unos minutos estaba en la fila de la caja de un conocido supermercado. Como de costumbre, a esa altura ya mataría a medio mundo porque porque parece que todos estuvieran enlentecidos a propósito. Hoy más que nunca. Había un cliente que me hacía acordar a Abe Simpson frenando la caja del super mientras le contaba a la cajera la historia de cada moneda con la que estaba pagando. Ahí me di cuenta la razón: Era el día de descuento de jubilados, así que tan errada no estaba, había una razón para que todo estuviera más lento que de costumbre.

Entonces repentinamente me asaltó el siguiente pensamiento: ayer cumplí 32 y medio. O sea que hoy es el primer día del resto de mis 32. Maldición. Pero también significa que me faltan exactamente otros 32 y medio para poder jubilarme y cobrar sin trabajar y tener dedicar toda la mañana a ir al super. Claro, eso siempre y cuando llegue a los 65, no?

Además de todo es muy deprimente porque digamos que de los 32.5 años que ya viví, no los trabajé todos, lo que sí debería hacer de ahora en más, al menos para tener una jubilación decente (si es que existe tal cosa).

En definitiva, no sólo me deprimió pensar que ya estoy más cerca de los 33 que de los 32, sino que como si eso fuera poco, ni siquiera son suficientes para consolarse con otras cosas.
En conclusión, parece que es mejor que vaya a trabajar en vez de estar de licencia o media licencia y entregarme a éste tipo de reflexiones. Ni para tomarme unos días libres sirvo.