Trabajo donde estoy trabajando ahora, hace mucho. Más tiempo del que quisiera recordar. Tal vez no sea tan gráfico que lo diga en años sino en life events, y esto vendría a ser pre-MC, pre-casamiento, pre-propietaria de un inmueble... casi diría pre-propietaria de un telefono celular, pero no. Por suerte.
Al momento de buscar este trabajo, tenía la búsqueda divida entre los que me gustaban mucho, que eran cuatro, los que me gustaban bastante, que eran unos veinte, si mal no recuerdo, y todos los demás, que eran unos quince.
Pensé que de los cuatro lugares que me gustaban mucho no me iban a llamar de ninguno y de ahí la lista de los que me gustaban bastante. Ahí tuve suerte, de esos cuatro me llamaron de uno.
Ahí no tuve tanta suerte: del que me llamaron, es el actual. Digamos que no tuve nada de suerte, sólo que en ése entonces no lo sabía, claro.
Tuve un primer año tranquilo, aprendí bastante, sola porque nadie se preocupaba mucho, pero como un poco me molesta que me anden encima no me preocupé demasiado.
Poco después que se cumpliera el año de entrar a trabajar ahí, de las ocho pichis que había como yo, quedamos dos. ¿Alguno piensa que la plana mayor se hizo mucho problema por esto? claro que no! Para problemas está el fin de semana, la mucama, el marido, los hijos, los perros de los hijos, los amigos de los hijos, y los padres de los amigos de los hijos.
Se llama a gente nueva a trabajar, se vuelve a convocar a alguna que se había ido hace pocos años porque había tenido un bebé, y la tipa con el preescolar ya ubicado y desempleada vuelve feliz de la vida. Encima haciéndose la jefa.
Así pasó otro año y más tiempo también. Eramos pocas, el trabajo mucho, pero cada uno estaba en la suya y no importaba demasiado. A todo esto la plana mayor obtiene un contrato extra oficial para una campaña, por la cual cobraban casi otro sueldo, deberían hacerla fuera del horario laboral, pero eso no se cumplía a pesar de reiteradas llamadas de atención; y por supuesto a la plana menor no nos convocaron a tan atractivo proyecto "para preservarnos" (sic). Tardé años en hacer caer que justamente la campaña tenía que ver con salud sexual y preservativos. Click!
Mientras tanto yo andaba noviando, después comprando departamento, luego organizando un casamiento, buscando vestido de novia, de civil, haciendo listas de invitados, de regalos, planificando viaje de luna de miel; así que supongo que era lógico que independientemente que nos siguieran ninguneando con el tema dinero, no me hiciera demasiado problema por lo que sucedía por el serpentario, digo trabajo.
Al regreso de mi luna de miel, vacaciones, y demases; nos ponen una jefa intermedia. Empezó con el pie derecho en varias cuestiones, pero pretendía hacer de madre acaparadora, y una a esa altura, cuando tuviste que arreglarte sola tanto tiempo cuando no sabías nada, ya no está para darle explicaciones a nadie de lo que hace, cómo lo hace o deja de hacer. Y como justamente para esa época reclutaron nuevas pichis, andaba como gallina turuleca con ellas y empezaron los problemas. Luego cuando todavía simpatizábamos un poco, pretendió que yo me pelee con mi jefa (la de siempre) y como para ése entonces no había tenido demasiados problemas me parecía que no debía involucrarme en una interna que no era mía y por supuesto no me puse en malas con mi jefa, y ahí la otra, la intermedia, ya me puso entre ceja y ceja.
(Como nunca antes Mafalda es la perfecta representante de la voz de la conciencia... parece que Mafalda era rugbier porque tiene la misma filosofía que mi marido... que no se malinterprete, son seres super pacíficos, pero por eso mismo a veces esa solución definitivamente debe ser la mejor - si me animo a probar les cuento qué tal me fue)
Mientras tanto, por mi vida había pasado un evatest positivo y unas cuantas ecografías. Sí señor, todo esto sucedía mientras estaba embarazada de MC. Cualquier problema de conducta o carácter que presente en el futuro ya sé a quién se los puedo atribuir... y una vez que tenía la excusa perfecta, la criatura me salió tan buenita, será posible!
Si los niños vienen con el pan bajo el brazo, la mía trajo además las tortas: estoy segura que si no hubiera estado embarazada esta jefa intermedia me echaba. Y si no me echó no fue por buena, se entiende, sino porque se le armaba tremendo despelote laboral que cuando se enteraran los de RRHH la echan a ella.
Bueno, en realidad por ahí me hubiera hecho rica si me echaban embarazada con el juicio que se podían comer, pero nunca lo sabremos.
Y está bueno porque si MC sólo con esto estuvo tentada de salir a ver por qué tanto lío dos meses antes, no me quiero imaginar si las cosas hubieran pasado a mayores.
Así es que me retiré a las 33 semanas de embarazo con licencia médica, más tres por maternidad, arreglénse sin mí.
Mientras MC terminaba de parecerse a un ser humano normal mi jefa terminó por hacer echar a esta jefa intermedia. Y sí, con mi jefa es mejor no meterse.
Terminada mi licencia por maternidad, mientras pensaba si volver, volver más tarde o no volver me tientan con que esta jefa intermedia no estaba más, que podía trabajar por proyecto y no por horas fijas, mientras tanto pusieron un jefe intermedio que era muy pero muy buena onda y terminó por convencerme. Definitivamente se necesitaba algo de presencia masculina frente a tantas hormonas.
Así es que volví a trabajar bastante contenta, porque a esta altura no hace falta aclarar que me estaba por volver loca en casa todo el día, y la alegría me duró algo así como... dos meses? En realidad no podía esperarse más. Pero siempre me gustó mi trabajo y eso supongo que compensaba.
Un año después de volver a trabajar, la gerente me convoca para que hiciera con ella parte de su laburo con gente de otros sectores. Yo, que estaba bastante contenta con lo que hacía, que no me demandaba más de lo que podía y fundamentalmente, no tenía casi ningún trato con gente de otros sectores intenté declinar la propuesta, pero aunque protesté no hubo caso.
Cabe aclarar que a la expresión "ocuparme con ella de ese trabajo" es un eufemismo para nombrar "ocuparme de ese trabajo".
Así pasé a integrar el famoso "grupo de los ocho" con gente más loca que en el Borda y el Moyano juntos. Pero como llegué a comprobar, los locos al menos son sinceros. Sea por casualidad o porque en definitiva integro el mismo clan logré llevarme muy bien con el grupo de los ocho, a pesar de que tenían fama de que mordían o algo peor.
Transcurridos unos meses desde mi incorporación al grupo de los ocho se anuncia que va a haber un ascenso. Por un lado no me hacía ilusiones porque había otra chica que tenía más antigüedad que yo, y más CV. Por otro lado, me hice algunas ilusiones porque supuse que no por nada mi jefa me había llevado con ella al grupo de los ocho. Y de hecho, renunció oficialmente al grupo pocos días antes del día fijado para conocer el nombre de la ascendida (parece la virgen!). Digo oficialmente porque en la práctica nunca la vi trabajar ahí (y en otras instancias tampoco, pero no viene al caso).
Llegado el día del anuncio del ascenso, no soy yo, ni la otra, sino una tercera, que de hecho había entrado sólo como pasante y ni siquiera correspondía que siguiera estando en el sector.
Si uno tuviera que ubicar el momento en la vida adulta equivalente a dejar de creer en Papá Noel y en los reyes, yo sé que es acá. Como con esas cuestiones, no es que uno no sospechara antes que no era tan así y que las cosas tan bellas en las que es tan lindo creer no cierran del todo bien, pero hasta ése entonces todavía pensaba que trabajar bien, cumplir con todo y todos y ponerse la camiseta de la empresa y del sector específicamente valían algo. En fin, ya dije que era como creer en los reyes, me di cuenta bastante tarde.
Si me preguntaran por qué me quedé tanto tiempo (tres años) en lugar de renunciar en ése momento (lo que estuve muy tentada de hacer) es porque entre otras cosas fui afianzando mucho mi relación con la gente del grupo de los ocho, y porque en definitiva en ése momento sabía que tenía la libertad de poder irme cuando quería. Y aunque tanto mi jefa como la gerente, o toda la plana mayor en general, reaccionen con indiferencia ante este hecho, la realidad es que a nadie que se cree ser superior le gusta que un subordinado no considere que le debe el sustento (o en este caso, la vida, más o menos).
Para ése entonces, la época del ascenso, es que más o menos se ubica el inicio de este blog. De ahí para este lado es historia conocida.
Hasta un miércoles hace algunas semanas donde veo que se saludan la gerente del sector con la de RRHH. Instintivamente esa combinación de gerentes no me gustó. Tuve razón cuando segundos después la gerente de nuestro sector me llama a su oficina....
(Continuará)