domingo, 26 de abril de 2009

Collage de la semana


1.- A Facundo le robaron el auto.  Por suerte apareció en el mismo día e intacto.  Igual ya le dije que lo lleve a lavar (y si se puede, a desinfectar también).  Lo puedo escribir con este desapasionamiento porque por fortuna me enteré de ambos hechos simultaneamente.  Sino mi cordura hubiera estado ampliamente afectada.  Es la segunda vez que nos roban este año.  ¿Inseguridad?  Nah, una sensación nomás.

2.- María Clara está con otitis desde el lunes.  Eso equivale a decir que nos levantamos tres veces por noche y que ya es una potencial adicta al ibuprofeno, aunque ella no lo sepa porque hay que hacer un curso de defensa personal para darle los remedios.  Dicen que cuando sea grande y tenga que soportar dolores de muela o de parto se va a morir de la risa.  Esperemos que al menos sirva de algo.

3.- Mañana en el trabajo nos, el grupo de los siete, tenemos la gran-presentación-gran .  Después de andar toda la semana atrás de uno y otro, y soportando sus peleas de nenes de menos de cinco años (y tienen 50) me cansé, tiré la toalla y el viernes los dejé que se arreglaran solos.  Consecuencia: Estuve atendiendo el celular todo el fin de semana, haciendo de intermediario como los chicos cuando tienen padres separados (la analogía es buena, también están los de afuera que meten la cuchara).  Más allá de eso, estaban hechos unos corderitos y por fin se pusieron las pilas.  Moraleja:  no hay que andar atrás de nadie para que hagan lo que les corresponde, mejor relajarse, pensar que las cosas salgan como tengan que salir, y mágicamente todos empiezan a responder.

4.- Estoy loca de remate: acabo de aceptar un trabajo free lance (sin dejar el que tengo, claro).  Empecé el miércoles.  Por ahora bien, mejor de lo que imaginaba, igual ya surgieron complicaciones, pero supongo que son la sal de la vida.  Mejor tomarselo así.

5.- A pesar de todo lo anterior, estoy bastante contenta.  No sé bien de dónde viene esa felicidad, pero si promete no abandonarme la dejo vivir tranquila en el anonimato.  

6.- Estoy escribiendo bastante corto.  Definitivamente, algo me pasa!

7.- Para completar la semana, nota de color, o de sabor más bien, que ilustra todo lo anterior.  En medio de esta vorágine, me había comprado un chocolate (importado, nestlé, con almendras) para endulzar la semana.  Y me olvidé que lo tenía.  Creo que es la primera vez que me pasa.

lunes, 20 de abril de 2009

Excusas de excusas



Si hay algo que me enferma, y mucho en estos últimos tiempos es lo siguiente:

Cuando converso con algunas personas, muchas en realidad, y les comento de alguna pelicula que acabo de ver, o algún libro que terminé de leer, o de una serie que estoy viendo, suelo hacerlo con el genuino interés de recomendar y compartir algo que fue grato para mí; no hacer gala de una cultura de departamento.

Pero se ve que la gente se lo toma así porque cada vez más se ponen a la defensiva con la famosa excusa de "yo no tengo tiempo", dando a entender entre líneas que no es que ellos sean unos ignorantes (algo que uno nunca insinuó, sino para qué recomendarles algo por el estilo, y como si uno quisiera culturizar a alguien, además) sino que es uno el que tiene demasiado poco que hacer.

Me estoy debatiendo entre decirles o no que estar tres horas y media en la peluquería, desperdiciar 45 minutos diarios en una confitería o asistir cuatro horas semanales a zapateo americano tambien demuestra que en realidad pareciera que ellos tampoco tienen demasiadas cosas importantes que hacer.

miércoles, 15 de abril de 2009

¿Será que teníamos miedo que pasara de moda?

Con las inauguraciones de las colecciones otoño-invierno de este lado del planeta, venía pensando lo siguiente:  A los argentinos las modas nos llegan siempre tarde, y cuando digo esto no me refiero solamente a la moda de ropa, zapatos y carteras (¿será que alguna vez será al revés y dejaremos esa conducta parasitaria de mirar para arriba a ver qué se usaba seis meses antes?)

También con las modas politicas llegamos tarde:


- Si nos resmontamos dos siglos y cuarto atrás, cuando los Estados Unidos de América (los que había en ése momento) se independizaron, acá el Virreinato del Río de la Plata todavía era un proyecto, los otros ya eran independientes y a nosotros todavía nos faltaba de quién independizarnos.


- Cuando El generalísimo Franco murió en noviembre de 1975, dando por finalizada la dictadura en España, acá todavía estaba casi todo por hacerse al respecto (tristemente).


- En éste caso, será que nos apuramos a elegir una presidenta ahora que está tan de moda, como Angela Merkel en Alemania y Michelle Bachelet en Chile, antes de volver a hacerlo cuando los demás ya habían descartado esa moda?

A a propósito, hay algo más incompatible que política y moda (salvando a nuestra presi, por supuesto)

jueves, 2 de abril de 2009

Algunas reflexiones y recuerdos de la era alfonsinista

No suelo escribir sobre el tema del momento por varios motivos: el primero soy terriblemente mala para seguir modas, el segundo porque cuando tanta gente escribe sobre lo mismo hay que esforzarse por hacerlo un poquito mejor que el resto para que tenga cierto atractivo al menos y tercero, como leer el diario ha bajado varios puestos en mi ranking de actividades cotidianas en estos últimos meses, lo último puedo pretender es que éste sea un blog de actualidad.
Hace algunas semanas escribía otra entrada sobre la supuesta ventaja con la que corren algunos países al contar con una monarquía, puesto que los miembros de ésta relevan al primer mandatario de tareas de representación y demás.
Hoy me doy cuenta que en realidad esta forma de actuar de nuestros jefes de estado no se correspondía con el perfil bajo que cultivaba Alfonsín y su entorno.
Yo estoy bastante convencida que si hace tres días le preguntábamos a cualquier argentino el nombre y apellido de la esposa de Raúl Alfonsín casi nadie hubiera sabido respondernos con exactitud. En cambio quién puede olvidar nombre, apellido, e incluso modista de las señoras esposas de los ex presidentes Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, por no mencionar a la del último ex presidente Nestor Kirchner.
Cuántas tapas de revistas de cotilleos ocuparon los hijos de Raúl Alfonsín mostrando como inauguraban una agencia de motos, con su nuevo helicóptero, noviando con la cantante latinoamericana de turno, incordiando a otros turistas al ocupar todo un hotel en Bariloche o bien reclamando un apellido?
Consideremos que para el caso, el ex presidente Alfonsín tenía seis hijos, con lo cual al menos estadísticamente hablando podrían haber duplicado o triplicado el número de tapas de revista.
También cabe mencionar que el bajo perfil de la ex primera dama María Lorenza Barrenechea no fue cultivado a base de evitar cumplir con sus obligaciones protocolares, sino de hacerlo con discreción y eficiencia.
Seguramente no sean los mejores ejemplos, pero creo que sirven para ilustrar un estilo.
No voy a hablar de política porque para ése entonces yo era bastante chica y estaría hablando por boca de mis padres y demás mayores. Sí puedo decir que a pesar que fue a través de lo que percibía en mi entorno, de alguna manera participé de la alegría general de esos meses finales de 1983, jugando con el famoso saludo con las manos entrelazadas sobre el hombro izquierdo.
También recuerdo los meses de la hiperinflación, por supuesto. Hace no mucho veía en un programa de televisión y debo decir que, a pesar de lo grave que fue en ese momento, hoy en día esos famosos "saqueos a los supermercados" no tendrían lugar en ningún medio de noticias frente a la delincuencia e inseguridad que se han instalado como cotidianas.
De todos modos, y más allá de la tristeza generalizada, es bastante esperanzador que un pueblo como el argentino le esté rindiendo tamaño homenaje.