martes, 22 de marzo de 2011

Doce

Si están cansados de mi obsersión con las fechas me avisan sí?
No es que prometa cambiar algo (no, las obsesiones no se van tan fácilmente)
pero siempre es bueno estar bien informado.




Hoy era el cumple de mi Ex. Bueno, tuve más de un ex, pero éste es el que se merece el título con mayúsculas. Bueno, también se supone que sigue siendo el cumpleaños, porque la última vez que supe de él (hace pocos meses) se lo veía bastante saludable.

El tema es, que hace exactamente doce años era un día de esos que uno cree tocar el cielo con las manos. Hablamos de casamiento. Sí, yo tenía 22 años, no estaba del todo en mis cabales.

Dos meses y diez días después, o sea, durante mi cumpleaños, terminamos (la primera de.... unas cuatro o cinco veces). Supongo que esa es la mejor síntesis de toda nuestra relación.

Este año, me encuentro influida por la lectura de Alfred y Emily de Doris Lessing.

Ella se imagina cómo hubiera sido la vida de sus padres si no hubiera estallado la Gran Guerra, con quién se hubiera casado cada uno, a qué se hubieran dedicado, y termina diciendo: "Espero que les hubiera gustado las vidas que imaginé para ellos"....

Supongo que todos en algún momento nos pusimos a pensar en "qué hubiera pasado si..." la diferencia es que por algo algunos andan ganando Premios Nóbeles y otros no (o sea nosotros - y si algun premio nobel me está leyendo por favor que se identifique!).

Es dificil sostener el "como si" tanto como para imaginar tantas consecuencias, tantos detalles. Porque supongo que en definitiva, casi siempre terminamos eligiendo nuestra propia vida. Y muchas veces, nos da miedo pensar en haber cometido un error tan grande.

Si hago la misma progresión que lo que ocurrió desde que me comprometí con Facundo, hoy tendría una hija de unos diez años (o hijo!)... yo sé que María Clara no va a tener cuatro años y medio por siempre, y tal vez hubiera sido conveniente afrontar su preadolescencia cuando todavía tengo algo de energía, pero menos mal que no tiene diez años!

Y como decía más arriba, uno en general se termina angustiando en el "como si" porque de hecho mi ex resultó estéril. O sea que probablemente no tendría ni hija ni hijo, y de ninguna edad.

Doce no serán veinte, y si bien parece que no fueran nada; si uno se pone a enumerar y sí que hubo cosas para contar en el medio.




sábado, 12 de marzo de 2011

Tsunami 2


Hoy hace exactamente un año que publicaba una entrada denominada Tsunami Personal.
Ahora resulta que 52 semanas después de eso se desata un Tsunami de verdad, y de los peores.
Lamentablemente no es que la situación en mi trabajo Nº1 haya mejorado en ninguno de los puntos, salvo que la imbancable que iba a tener el bebé en ese entonces obviamente ya lo tuvo, con lo cual no debo cruzármela a diario. Lo malo es que, también casualmente, a partir de la semana que inicia el lunes sí voy a tener que volver a soportar y lo que es aún peor, muchísimo más boba que antes (si hay alguien que sabe de madres insoportables, esa soy yo).

También le podemos sumar el hecho que en el transcurso de este año la gerente amagó con echarme tres veces. Brevemente, aprovecho el espacio como consulta popular: lo que me plantea que a esta altura debería asumir otra función más por el mismo sueldo y puesto. Obviamente yo considero que no me corresponde, sino que me corresponde otro sueldo y otro puesto por lo que ya estoy haciendo que es mucho más de lo que debería estar haciendo. A eso sumémosle que en el transcurso heredamos una jefa de otro sector, con lo cual el cuentito de que si hago esto y aquello voy a obtener un ascenso ya no me lo creo más. Pero bueno, digamos que ella considera que si no asumo estas nuevas funciones debería renunciar, incluso es "por tu propio bien, hace muchos años que estás en el mismo puesto" (Gerenta dixit).


De más está decir que cuando intenté asesorame por otra vía, al enterarse encima tuve que soportar desde ver su cara mal maquillada enmarcada en su cabello con frizz recién teñido de negro (una compañera dice que es para parecer más mala) gritándome que nunca alguien de su sector le había hecho pasar por algo parecido, hasta su cara lavada (no sé cuál es peor) intentando parecer una Madre Teresa diciendo que ella hace todo lo posible para que yo esté bien.

Entonces, mi duda es qué pasa por la cabeza de esta mujer (por una vez entiendo a los hombres cuando dicen esa frase):

1) Realmente quiere sacarse a la menchevique de encima (quien suscribe), porque uno a esta altura ya sabe que la inteligencia no caracteriza particularmente al personal jerárquico y realmente todavía no se puso a pensar quién haría el trabajo que yo hago. Sí, ya sé nadie es imprescindible en esta vida, y mucho menos en un ámbito donde todo se puede atar con alambre (y encima creen que queda mejor)

2) Piensa que es muy raro que yo renuncie así que aprovecha la posibilidad que yo acepte sus condiciones (o sea quedarme con mismo puesto y sueldo, pero trabajando más), porque aunque parezca una broma, muchas veces creo que verdaderamente considera que "nos hace un favor" dejándonos trabajar en su sector.

3) Alguna otra que no se me esté ocurriendo.

Si se preguntan por qué no me echa y ya, primero y principal eso no sería digno de un nido de víboras, y segundo y principal, la decisión no depende exclusivamente de ella; así que lo mejor de todo sería que yo renunciara (con lo cual no debería darle explicaciones a nadie.)

A todo esto, cuatro días después de este tsunami personal (o laboral más bien) me llamaron que había quedado seleccionada para trabajo Nº2, que también tiene sus bemoles (supongo que es normal, y aunque no lo crean son casi la que menos tiene dificultades con la jefa... sí, sí, me persiguen las jefas mujeres a mí).


Así que en definitiva, lo importante vendría a ser lo siguiente:

1.- Si yo pude sobrevivir a una especie de tsunami durante un año, es que hay una salida. Ojalá sea igual para todos los que estén pasando por el tsunami climático estos días.

2.- Como no creo en las casualidades, si justo un año después que yo comenzara a atravesar un tsunami ocurre realmente un tsunami, por ahí hay alguna relación. A esta altura ya está bastante claro que tengo más de Brujilda que de Santa. Lástima que están en una situación tan delicada, que sino, por las dudas nomás, por ahí les convendría que me viniera una buena época, y quién dice si en un año no les pasa lo mismo. Con probar no les cuesta nada no? (Bueno sí, algunos millones... pero yo digo que vale la pena el riesgo)


Sé que tal vez debería tener pensamientos más caritativos, y cuando empiecen a circular historias creo que voy a caer de verdad en lo que pasó; pero además de sentir pena por lo que están pasando yo sentía admiración: en pocas horas ya habían restaurado varios servicios, y en las zonas no afectadas la vida continuaba normalmente.

Yo creo que si existieran los marcianos, seres con similar capacidad intelectual que los humanos, si hubieran escuchado en las noticias que hay réplicas del terremoto en todo el mundo, y de repente aterrizaran en Buenos Aires, al ver todas las villas y las tomas ilegales pensarían que fue una de las zonas más damnificadas por el fenómeno de la naturaleza. De hecho caen tres gotas más de la cuenta o sopla el viento dos kilómetros más fuerte de lo habitual y el paisaje ya es similar al de Japón en el día de ayer.
Tengo un profundo afecto por mí país, pero eso no me impide reconocer que si, Dios no quiera, ocurriese un fenómeno de esa naturaleza, no queda ni medio argentino vivo, lamentablemente.


¡Hoy sí que me salió rara la entrada!