miércoles, 1 de julio de 2009

Preocupante identidad


La verdad es que en estos días y por estos lugares motivos para preocuparse sobran: parece que no sólo la gripe A H1N1 va a terminar con todos nosotros en breve, sino que además se sumaron la preocupación por conseguir barbijos, alcohol en gel, perivnox y Lysoform. Eso sí, Raid-mata-moscas-y-mosquitos se consigue lo más bien. Digo, aunque no esté haciendo calor, no hay que olvidarse del dengue. No sé si hay casos o no, pero me niego a que haya pasado de moda tan rápido. Soy una persona a la que le cuesta adaptarse, tengan piedad.

Tampoco me preocupa que en el congreso el oficialismo haya perdido la mayoría. AunqueNéstor (y sí, entre que no es presidente de partido siquiera y que hay que diferenciarlo de la otra K, y por ahí viene la cuestión del delirio de hoy) haya vaticinado que se nos venía la noche si eso ocurría; en realidad a mí me estaba preocupando un poquito más lo que podía pasar si el resultado era el opuesto.

También estamos casi exactamente a mitad de año (lo que sucederá exactamente durante el mediodía del próximo jueves 2 de julio), y en general uno se preocupa por todo lo que no hizo y que supuestamente debería tener hecho aunque sea hasta la mitad; pero este año no voy a ocuparme de eso.

Como dicen que Dios aprieta pero no ahorca, una preocupación quita a la otra, y con motivo de la primera citada más arriba, me ahorro la de pensar cómo celebrar el acontecimiento del año (vale decir, el tercer aniversario de vida la criatura), ya que aunque los papás podemos seguir yendo a trabajar y traernos cualquier bicho a cuestas, a los chicos los tenemos que guardar en casa durante un mes.

Esto me lleva a pensar que los señores gobierno tienen un motivo menos de preocupación porque el cumpleaños en cuestión recientemente cancelado pertenece a una ciudadana un tanto pequeña para iniciar acciones legales, y además parece que no heredó del todo el carácter de la madre como para que se exija en compensación la cabeza de alguno.

A lo que quería llegar es que lo que me preocupa seriamente en estos últimos días es que he comprobado que nos estamos llamando todos igual. Y esto, sumado al uso compulsivo del teléfono celular , puede provocar desastres tales como:

- Hace unos días estuve un buen rato intentando descubrir las intenciones ocultas de una compañera de trabajo con la cual no tengo ninguna relación de amistad demasiado estrecha, que me enviaba un sms en tono jocoso reclamándome que hace como dos semanas que no doy señales de vida. Una de las pocas neuronas sanas que me quedan tardó un buen rato en entender que en realidad no era la G. del trabajo, sino una de mis mejores amigas. Eso no quita que debería ponerle apellidos a ambas y no sólo la inicial de él a una sola de ellas.

- Hoy le envié cuatro mensajes de texto a mi tía en lugar de a una persona de mi trabajo que era el destinatario real. No sólo ésta última persona se empezó a ofender porque pensó que me había olvidado de avisarle dónde era la reunión, sino que mi tía creyó estaba recibiendo mensajes encriptados o eran las coordenadas para ir a buscar a algún secuestrado, virtual o no, de su familia. Claro, mi tía podría tener registrado mi número con mi nombre, pero no pidamos imposibles. Más bien por qué dos de cada tres mujeres de entre 45 y 60 años se tienen que llamar Graciela, Susana o Alicia?

- Hace un tiempo atrás mi hija recibió una invitación para una fiesta de cumpleaños de parte de Milagros. Como hay dos en la misma sala (y son seis nenas, no cuarenta) y entre que la invitación no tenía apellido y recién nos estamos conociendo como para saber cuándo cumple cada una tuve que preguntar de quién era el cumple. Está bien que para comprar el regalo por ejemplo es casi lo mismo comprar un regalo para una nena de dos años que para otra, tenga el nombre que tenga, pero igual, no podían ser un poco más originales?

- En mi trabajo, en un grupo de nueve personas, prácticamente dos terceras partes tienen un tocayo, y eso ya me pareció demasiado. Hasta hace pocas semanas eramos siete, seis mujeres y un hombre, y solamente dos compartían nombre. Luego se sumó otro hombre con el mismo nombre que el primero y así eramos mitad y mitad. Hace pocos días se sumó la novena persona, de sexo masculino, así que ya era mucha casualidad que fueran tres hombres con el mismo nombre, y no, eso no ocurrió pero sí que fueran casi tocayos con una de las mujeres, y ambos tienen el nombre acortado de idéntica forma.

Entonces me puse a pensar seriamente en esta cuestión: Tengo mi vida bastante dividida en compartimientos estancos por ejemplo: ex compañeros de colegio, de la facultad, amigos de las vacaciones, de la vida, de internet, compañeros de trabajo, por no contar a los primos; aunque s reconozco que muchas veces mis tíos se pasaron un poco de la raya con la originalidad en los nombres. Y el resultado es que en general de cada nombre más o menos común tengo por lo menos un representante en dos o tres ámbitos de mi vida. Y lo que me empezó a asustar mucho es que las personas con el mismo nombre en general tienen por lo menos un par de coincidencias.

Así que como si fuera poco, parece que además de cargar con el nombre que se nos impuso, también tenemos que llevar a cuestas ciertas características inherentes a él, que vaya a saber cómo salieron. Eso me dio la idea que si algún día estoy muy necesitada de dinero, muy aburrida o muy poco vaga (en este caso todas estas situaciones se complementan a la perfección) voy a escribir un libro de nombres que en lugar del significado cuente estas rarezas y sobre todo que incluya una estadística aproximada de cuánta gente en cada lugar y según cada grupo etario lleva ése nombre. Vendría a ser como una síntesis entre horóscopo y guía de nombres, así además de servir de guía para futuros padres tal vez sirva para que cada uno pueda reconciliarse un poquito con el suyo. O saber la que le espera.

Yo sé que si un nombre está de moda debe ser porque es más lindo, porque tampoco por pasarnos de originales no vamos a castigar a nuestro amado vástago bautizándolo Hermenegildo (aunque si es Zegna no estaría tan mal), pero aunque casi no me pasa, al menos con gente de mi edad, sé que no me gustaría mucho andar compartiendo tanto el nombre. Es que soy un tanto egoísta y eso no es ningún secreto.

Para finalizar, sé que debería agradecer a mis progenitores el hecho que me llamo y me llaman con nombres que en general no son ilógicamente originales ni los más populares de mi generación de no ser que sé que en realidad ése no fue el motivo. Éste responde más bien a que por algo tenían elegido nombre de varón y por algo también no sólo no tenían elegido ningún nombre de mujer, sino que no tenían la menor idea de un nombre de nena, de modo que terminé con el nombre que un tío le hubiera puesto a su hija. Lo que de por sí sería muy encomiable si no fuera que al momento de mi nacimiento el tío en cuestión ya había bautizado a cuatro hijas mujeres. Supongo que mi madre aterrizó un poco tarde a estas cuestiones así que con la ayuda de mi hermana terminó por rebautizarme, cosa que nunca me quedó demasiado clara, pero sí lo suficiente para haberles deseado alguna maldad durante los primeros años de mi adolescencia.

Al margen de lo anterior, quería dejar constancia que el hecho que ésta entrada se publique pocos minutos después que la hora oficial haya marcado las 3 AM no se debe a que no puedo conciliar el sueño debido a la preocupación que me genera que nos terminemos llamando todos igual o porque venga alguien a decirme que conoce demasiada gente con mi mismo nombre, sino qué nombre le vamos a poner a la situación que se vive por aquí. Eso y que hasta hace un rato estaba durmiendo.

14 comentarios:

Etienne dijo...

Al margen de que has explicado bastante bien el tema de la repetición de los nombres, te quería agregar que la moda influye mucho (no por lo de Hermenegildo, claro) al momento de poner el nombre. Por ejemplo, actrices y actores. Hubo un tiempo que todas las madres le ponían Aitana a las nenas (deben rondar los 6 o 7 años todas las Aitanas del mundo) por citar un caso.
Yo tengo un nombre común pero no se repite mucho. Me revienta que me digan Sebastián (y eso que no tiene nada que ver) y cuando encuentro un tocayo, nos empezamos a alabar mutuamente (humildes los pibes).
Y con respecto al celu, una vez me pasó de llamar a un Pablo que no correspondía. Pero lo solucioné agregandole la ciudad donde vive o el trabajo que tiene o algo así.
Cosas que pasan!

Besos!!

Marina dijo...

El tema de los nombres es contagioso. Hace unos meses naciò el bebè de mi primo y le pusieron Valentino, a su vez la mujer del primo de mi primo (espero que se haya entendido) etaba por parir tambien, mi primo y su mujer se hicieron un drama barbaro porque la otra pareja tambien habia elegido el mismo nombre pero como el bebè de ellos (mi primo y mujer) nacio primero le ganaron de mano!!
Lo que a mi me pasaba con los nombres es que me gustaban unos cuantos anglosajones tipo: LIAM, DEREK, IAN, pero uno tiene que mirar tambien el apellido, el de mis nenes es español y con nombre italiano tampoco iba demasiado bien asi que ellos llevan nombres comunes, que toda la vida me gustaron y que por lo menos en estas latitudes no son demasiado difusos en su version hispana. La unica cosa es que Nicolàs no lo acentuan en la A sino en la I... no aprenden a pronunciarlo como se debe :( y mi vecina lo rebautizò Nicolò jejeje!!!
Lo del libro me parece genial!! inspirate y escribilo!
Con respecto a MC y el tema del cumple, quizas se lo puedan festejar mas adelante cuando el tema de la gripe se calme un poco.
Como seguis de salud??! espero que mejor.
Besos y cuidate

Adriano dijo...

Como con las ropas, la moda parece intervenir también en los nombres, tienden a volver los del pasado. Estoy esperando mi revival (el mío es sin la "o"). Beso. Mejoró la salú?

Eskorpión dijo...

si te llamás susana, tenés que ser peluquera... jee
vos sabés que ya escribí al respecto, pero creo que no estás en ese catálogo.. jaja
besos

tia elsa dijo...

Una anécdota simplemente referida a los nombres, cuando conocí a mi futuro consuegro todos le decían negro, como no tenia confianza le pregunté cual era su nombre y me dijo Anacleto, le conteste "ok negro". Con razón pobre tipo tenía sobrenombre, cualquier cosa era preferible a Eustaquio. Besos tía Elsa.

Lola dijo...

- Etienne, totalmente un hombre es rarisimo hasta que al autor de una telenovela involutariamente terminar bautizando a toda una generación. En un punto es útil porque con nombres así sabés bastante bien qué edad puede llegar a tener.
Me alegra ser la única papelonera con el tema del celular. Pasa que el mío no admite demasiados caracteres por línea y el apellido completo no me entra así que optaba por la inicial, pero se ve que no me alcanzaba. Es lo primero que voy a mirar cuando me compre otro proximamente.

- Marina, pobre tu primo!!!!!! Igual si no tienen demasiada relación ni van a ir al mismo colegio, cuál es el problema? Sí sucede que a veces los padres cuando se dan cuenta que hay tantos con el mismo nombre les deja de gustar un poco. Yo mandé a Facundo a recorrer puertas en el sanatorio a ver si había alguna tocayita, jaja, de los nombres que a mí me gustaban (Camila especialmente y Valentina también) había varias representantes. Y por lo que decía antes detestaba Cecilia no sólo porque las que conozco no me merecen demasiada buena impresión sino porque iba a tener nombre de persona de nuestra generación. En realidad no sé bien si Clara tiene mucha generación o no, creo que no y eso me gusta bastante.
Nicoló es muy pintoresco, pero me gusta mucho más Nicolás. Nícolas me suena medio griego o anglosajón, jaja
El cumple no sé, veremos tampoco es que ella tenía ilusiones y se va a frustrar porque todavía mucho no entiende, y de hecho cuando empecé a pensar faltaba menos de un mes, así que tampoco hubiera podido organizar nada del otro mundo.
Yo ando bien, me quedó la tos que es mi fiel compañera nada más, pero de pestes creo que nada (toco madera sin patas)

- Adriano, justamente el otro día no sé bien por qué pero me acordaba de los pantalones de gimnasia de la época en que iba al colegio y hay modas que mejor que no vuelvan.
Antes de iniciar la campaña para tu revival decidí si preferís sin la "o" o la versión con la que te has rebautizado.
La peste al menos a mí me abandonó, siempre me deja de recuerdo la tos y algún que otro broncoespasmo para que no muera de la nostalgia supongo. Gracias por preguntar.

- Eskorpión, que no te lea Susana Gimenez entonces!!! Ya te dije, yo creo que más nombre de peluquera es Gladys, o por ahí es según el barrio.
Sí, recuerdo lo que escribiste en tu blog y no respiré hasta ver que no estaba en la lista, aunque ando medio preocupada pensando que puede haber una segunda parte.
Al margen, con esto que no se escucha la acentuación fui a constatar que tu nombre fuera con tilde porque tal vez fuera un homenaje a los scorpions (qué linda epoca!)

- Tía, jajaja, me he reido un montón con la anecdota. Al menos espero tu hija o hijo no se vea en la obligación de homenajear al flamante abuelo cuando tenga un hijo. Si fuera yo se lo prohibo terminantemente, y si se hace llamar así me imagino que él también.

Besos!

Ana dijo...

Yo tengo un problema serio... o varios:

1) Parece que si me agarra la gripe, me mata. Tanto tiempo buscando una criatura (tiempo, esfuerzo y recursos monetarios) para que me toque justo ahora toda esta historia?
2) Si sobrevivo a este tema de los chanchos, entonces tendré que definirme por un nombre, y no hay UNO sólo que me termine de convencer.

En cuanto al punto 1, no puedo decir mucho, el cagazo no me permite demasiado.

En cuanto al 2, creo que en cualquier momento hago en el blog un concurso para elegir nombres como en el Zoo.

Ronnie dijo...

Me mató... empezamos leyendo un post que parecía iba por la "identidad nacional" con cómo reaccionamos con el tema de la gripe + las elecciones... y derivamos hablando de la repetición de nombres!!!

En este último punto, convengamos que mucho de los nombres desde que el mundo empezó fueron guiados por las modas. Y como todas las modas, son cíclicas.

Hubo una época donde los nombres eran bien patrios, otros que acompañaban sus apellidos afrancesados o anglos, los nombres telúricos de los capataces o peones de campo, épocas en que fue moda incluir el Santo correspondiente al día de nacimiento... y llegamos a nuestro siglo y en la época menemista los nombre árabes reemplazaron a los ochentosos Kevin, Braian y Jonathan (siempre acompañados con apellidos que naaada que ver de origen), y en el presente siglo las modas van por nombres simples (Juana, Inés, Emilia...) al extremo de postmodernos (Uma, Mía...), y retoman el ciclo de principios de siglo con los de nuestras abuelas y abuelos (Felicitas, Sol, Julia, Merceditas...)

Así es lógico que se vayan repitiendo por épocas. Se acuerdan hace como 6 años que el país se inundó de Sofis?? Y en nuestra época, los Diegos y los Pablos??

Mi vieja siempre estuvo contenta con su nombre, porque se puso "de moda" como 10 años después de que nació, por lo que ahora si se saca 10 años le creen!!!

Igual, yo soy más obse con los sobrenombres que con el nombre en sí. Soy de pensar "nnooo, le van a decir ..." o que no tenga el mismo corto que uno de otro sexo y así. En fin... igual convengamos que independientemente del documento, todos somos únicos!!!!!

Besotes!!!

Lola dijo...

- Anita, respecto del punto 1 yo sé que el encierro es dificil, de hecho, con suerte, me toca a mí tambien (no por estar embarazada, aclaro!!!!), y más que paciencia requiere mucha capacidad de imaginación: tenés que estar todo el tiempo pensando cuánto peor estarías si tuvieras que ir a trabajar. Supongo que tendrás un jefe, o varios, y al nivel de locura cotidiano sumale ésta de ahora de moda.
Respecto del punto 2 me prendo en el blog-concurso de nombres. Pero tenés que aclarar si es vinculante o no. Después de todo, aunque ahora tengas tiempo de sobra la criatura no necesita nombre de acá a cinco meses y medio... como contaba, yo no tuve hasta unos días de nacer y mi hija tampoco... bueno, pensandolo bien, fijate y sacá tus propias conclusiones!!!!

- Ronnie, mi idea era hablar de nombres solamente, y el hecho que incluyera la gripe y las elecciones no lo pude evitar, y hasta lo viví como un fracaso personal... Pero por otro lado sino hubiera parecido que el blog lo estaba escribiendo desde Marte!
Lo que le pasó a tu mamá debe ser lo ideal!!! La verdad es que no conozco demasiada gente que esté feliz con su nombre, el que lo tiene super común porque le gustaría algo con más "identidad" o que lo diferencia, y el que tiene un nombre impronunciable en general pagaría por llamarse con el nombre más gastado de su generación.
Lo que sí a mi no me gusta nada es que para cambiar un poquito le pongan un nombre que siempre se lo van a escribir mal o se va a pasar la vida explicando o aclarando cómo se escribe bien. Igual eso también pasa a veces con los apellidos y ahí no tenés demasiadas opciones.
Y sobre los sobrenombres, o lo que se puede prestar a cargadas, jajaja, pero convengamos también en que casi ningún nombre se salva!!!

Besos!

Memé dijo...

Mi hija se llama Lola, nombre que adoré desde la primera vez que lo escuché, hace muchos años. Ahora se puso de moda, igual no falta el que me pregunta "Lola solo??? o Dolores? Te lo permitieron en el Registro Civil? " Y yo, ya re podrida de la misma estupida pregunta digo LOLA solo, sino te diría que se llama Dolores y le que decimos Lola!!! Además, porque no habrían de permitirlo, si es el nombre mas lindo del mundo...
En fin, espero no te moleste tener una tocayita de casi 3 años!

Un beso

Zimbon dijo...

me dejaste pensando en eso de los nombres, que loco!!

Igual no tengo ese problema, el mío sin ser tannnn feo es bastante único, je!


saludos

Lola dijo...

- Memé:jajaja, estás segura que no te cruzaste con mi mamá? Ella es de hacer ese tipo de comentarios!
Además otra cosa que no entiendo: cómo puede ser que un sobrenombre tan alegre como Lola en general provenga de un nombre tan triste como Dolores?
O pensándolo mejor por ahí por eso mismo.
Y me encanta tener semi-tocayitas tan peques! Me confunden con personas 30 años más jóvenes! Lástima que en mi caso no es mi nombre de verdad, pero aún ése está más de moda entre nenas chiquitas que entre gente de mi edad.

- Zimbon, bienvenido.
Esa combinación (original pero no impronunciable) es la ideal.
Además si te cruzás con gente como yo no te encasillo con las mismas caracteristicas de gente que comparte tu nombre, simplmemente porque es dificil conocer a tantos si escacean.

Besos!

Zimbon dijo...

claro, tampoco está bueno que te encasillen por otros con tu mismo nombre, no es justo!

Y en plan de confesiones, no se bien por qué, pero Lola siempre me pareció un nombre hermoso para una novia, jaja.
no preguntes por qué, pero toda la onda, jaja...
Besos!

Lola dijo...

No, no es justo, pero en la gran, gran mayoría de las veces, razón no me falta!

Y si se llegara a probar de algún modo cientifico que tengo razón en el punto anterior, no sé qué tan recomendable es tener una novia llamada Lola. Por lo menos con el sobrenombre te van a quedar unas cuantas neuronas menos, pero bueno, supongo que algunos muchachos con los que he tenido algo de onda, y un poco más, opinaban más o menos igual.

Al margen, y volviendo al primer punto, mi hermana tuvo dos novios con el mismo nombre; y otros dos con nombres muy parecidos al primero. Mi primo tuvo dos con el mismo nombre también (y no es un nombre para nada demasiado común) que además es el nombre de su madrina. Un Freud a la derecha por favor!

Besos