Algunas cuestiones domésticas de las Altas Esferas

Estos días, con tanta visita oficial de Kristina a centroamérica, tanta asunción de Obama dando vueltas, me desayuné con la siguiente reflexión (fue también de almuerzo, merienda y cena, no estoy con muchas ganas de pensar ultimamente):

He aquí uno de los grandes problemas de gobernabilidad que tiene nuestro país. Un motivo por el cual el trabajo presidencial no rinde. Hasta yo, siempre tan crítica del presidente de turno, digo que no todo es culpa del pobre primer mandatario.

Miremos algunos ejemplos.

- En muchos países Europeos (España, Inglaterra, Holanda, Bélgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, por ejemplo) aún conservan la monarquía. ¿Para qué les sirve a esos países tener una familia real? Muchos opinan que para nada, que es sólo una tradición. Error. Les sirve para hacer lobby, para las relaciones públicas, el facebook, o como quieran llamarlo. O sea, mientras el primer ministro, ése que tiene que gobernar en serio, se dedica a trabajar, tienen a la familia real para inaugurar edificios o eventos, hacer visitas oficiales a otros países, estar en la primera fila de actos de fechas patrias, y fundamentalmente alimentar a sus súbditos con una nutrida agenda de relaciones amorosas incestuosas, hijos que no se sabe muy bien de quién son, problemas psiquiatricos, moda en el vestir, estilos de decoración de casas y mucho más.

La gran desventaja en éste punto sería que le sale muy caro a los ciudadanos. Cierto. Pero para empezar al menos, nuestra presidenta tiene suficientes pares de zapatos para calzar desde la reina bisabuela hasta al último infante recién nacido, pasando por primos, tíos y wannabies de la realeza por el estilo.

- Cruzando hacia la vereda opuesta, tenemos el caso de los Estados Unidos de América. Aquellos minga que "con el dinero de los contribuyentes", como les nombrar a todo lo del gobierno, van a mantener a lo que ellos considerarían un familión de zánganos.

En éste caso, la contribución hacia una mejor gobernabilidad viene de la mano de la practicidad, como no podía ser de otra manera en la nación que creó tal forma de vida: El presidente vive y trabaja en la misma casa. Con lo cual no sólo hay un ahorro edilicio, sino que no pierde tiempo, ni helicopteros, en ir y volver de la casa al trabajo. Con ésto se ganaría por lo menos una hora diaria (y nafta de helicoptero, piloto de helicoptero, guardaespaldas, autos, motos, etc.)

Honestamente yo envidio bastante a la gente que trabaja en su casa, por lo que ganan en tiempo y comodidad. Sí, comodidad a nuestro presidente no le va a faltar, salvo que tenga miedo de volar. Pero en éste caso haría una excepción (en tenerle envidia, claro).

Es que hasta un pobre diablo como mi jefa (bueno, no tan pobre) en la semana vive en un departamento en Belgrano y los fines de semana en una casa en las afueras, por qué nuestra pobre presidente no podría aspirar a lo mismo? (si es que le interesara trabajar más, claro, ese sería el punto clave no?)

Hablando de trabajar, y cómo los demás pueden o podrían aumentar su productividad, confieso que yo debería hacer eso y dejar de intentar solucionar el mundo, pero sólo porque nadie me vino a preguntar
cómo.


Update 1º de febrero: Juro que yo escribí esto hace casi una semana, y la fecha de los primeros comentarios lo demuestran. Yo no sé si la cuestión de que el presidente de Estados Unidos de America viva y trabaje en la misma casa es una cuestión de comodidad, economía y practicidad indiscutible, o Kristina y sus secuaces me están leyendo realmente... pero esta mañana cuando en la tapa de diario leí esto no lo podía creer